Dicen que viajando
se fortalece el corazón
pues andando nuevos caminos
se olvida el anterior.
Ojalá que eso pronto suceda
así podrá descansar mi pena
hasta la próxima vez.
Ojalá que eso pronto suceda
así podrá descansar mi pena
hasta la próxima vez.
Y así encuentras una paloma herida
que te cuenta su poesía de haber
amado y quebrantado otra ilusión.
Seguro que al rato estará volando
inventando otra esperanza
para volver a vivir.
Seguro que al rato estará volando
inventando otra esperanza
para volver a vivir.
Creo que nadie puede dar
una respuesta, ni decir
qué puerta hay que tocar,
creo que a pesar de tanta melancolía
tanta pena y tanta herida
solo se trata de vivir.
En mí almanaque hay una fecha vacía
es la del día que dijiste
que tenías que partir,
debes andar por nuevos caminos
para descansar la pena
hasta la próxima vez.
Seguro que al rato estarás amando
inventando otra esperanza
para volver a vivir.
Hermosa poesía. Hermosa canción.
Litto Nebbia. Cantante, músico, compositor.
Considerado uno de los fundadores del rock argentino.
Estas líneas no tratan acerca de él.
Se refieren a otras personas y a otras cosas.
Seguramente, el viaje que fortalece el corazón no es el que diariamente más de un millón de personas realiza en los trenes.
Tal vez, fortalezca otras cosas. Y ojalá fortalezca la solidaridad entre las personas que padecen esa misma realidad.
Los caminos no son nuevos.
Se «andan» todos los días los mismos.
Y probablemente, más que olvido del anterior, tenga lugar una disolución de los recuerdos cotidianos como consecuencia de la repetición.
Encontramos personas heridas.
Muchas. Muchas.
Heridas por sus condiciones de vida.
Heridas por las faltas.
Faltas de lo necesario para vivir.
Faltas que solo permiten «sobrevivir».
Heridas de sucesivas desilusiones.
Heridas de continuas ilusiones quebradas.
No descansa la pena.
Insiste.
Acosa.
No debería haber, para la pena, próxima vez.
Necesariamente, para sobrevivir e intentar tímidamente vivir es imprescindible otra esperanza.
Esperanza activa.
Vuelo imaginativo que permita construcciones, en principio, soñadas.
«Todo parece imposible hasta que se hace», expresó alguna vez Nelson Mandela.
Nos ofrecen «respuestas» y nos dicen «qué puerta hay que tocar».
Protejámonos no creyendo a rajatabla.
Seamos críticos.
Ser crítico no es lo mismo que ser criticón.
La palabra crítica, en su etimología, significa «investigación», «estudio».
Protejámonos «nosotros». «Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo».
Sigmund Freud asocia la melancolía con una dificultad que no permite la elaboración de un duelo.
¿Cómo sería posible elaborar lo que continuamente se repite como pérdida, como ausencia de prometida ilusión, como carencia instalada?
Sería fundamental andar nuevos caminos.
Para descansar de tanto malestar.
Pero tratando que no haya pena la próxima vez.
Y por supuesto que «nosotros» seguiremos amando.
Seguiremos inventando esperanzas.
Viviremos.
Salvaremos el mundo.
Volveremos a vivir.
Incesantemente, volveremos a salvarlo.
Guillermo D. Rivelis